El testamento solidario, también conocido como legado solidario o testamentaría solidaria, es una forma única de legar parte de nuestros bienes a organizaciones benéficas o proyectos sociales, con el objetivo de contribuir al bienestar de la sociedad después de nuestro fallecimiento. Este acto altruista va más allá de la disposición tradicional de bienes entre herederos, permitiendo que el patrimonio de una persona tenga un impacto positivo duradero en causas benéficas; desde el apoyo a la investigación médica hasta la educación, la protección del medio ambiente o la asistencia a comunidades desfavorecidas.
Por otra parte, en el testamento solidario es posible designar a una persona como albacea, cuya responsabilidad será gestionar los bienes del difunto y ejecutar sus últimas voluntades de acuerdo con lo estipulado en el documento testamentario.
Es importante señalar que, en España, la herencia generalmente se divide en tres partes, aunque puede haber excepciones dependiendo de la comunidad autónoma.
- El primer tercio corresponde a la legítima, que se distribuye equitativamente entre los hijos (o herederos forzosos, como la viuda, por ejemplo).
- El segundo tercio es el de mejora, que también debe repartirse entre los herederos forzosos, pero hay libertad para asignarla de manera específica.
- Y el último tercio es de libre disposición, y es el que se puede destinar a realizar un legado solidario.
En el caso de que la persona que realiza el testamento no tenga herederos forzosos, el proceso de distribución puede simplificarse. En este escenario, es posible designar a una organización no gubernamental (ONG), fundación, asociación u otras entidades similares como heredera universal, transfiriéndole la totalidad del patrimonio.
Dado que las organizaciones sin fines lucrativos, como las ONG, están exentas del impuesto de sucesiones. Por lo tanto, todo lo legado en la herencia se destinará íntegramente a la entidad.
¿Cuál es el proceso?
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- Elegir las organizaciones benéficas, ya sean de ámbito nacional o internacional, que se desean incorporar en la asignación del patrimonio.
- Posteriormente, solicitar la información legal necesaria de cada una de estas fundaciones para incluirlas correctamente en el testamento. Esta información puede abarcar aspectos como el CIF, nombre fiscal y domicilio de cada entidad.
- Es esencial proporcionar una lista detallada de los bienes, propiedades y otros activos que se desean donar. Esto incluirá cualquier cantidad específica de dinero que se desee asignar, así como el porcentaje de la donación que cada organización recibirá.
- Finalmente, con todos estos detalles, se redactará el testamento, incorporando a todas las personas y entidades benéficas entre las cuales se desea distribuir la herencia.
